Los Arcángeles
Por Robert Steuckers
Para Hans Werner Schroeder, los
arcángeles, un legado de la tradición persa en la Europa medieval,
insuflan las fuerzas cósmicas originales en las acciones de los hombres
justos y rectos y protegen a las personas contra el declive de sus
fuerzas vivas.
El arcángel de grandes alas extendidas y protectoras,
que encontramos en las mitologías avestica, cristiana y medieval, indica
el camino, lo señala, nos invita a seguirlo en su marcha o en su vuelo
siempre ascendente hacia la luz de las luces: la fuerza angélica y
miguelina, afirma Emil Bock, induce una dinámica permanente, una tensión
perpetua hacia la luz, lo sublime, a la superación. No se contenta
nunca con lo que ya existe, con lo que se ha logrado, con lo que se ha
terminado y cerrado; alienta a sumergirse en el futuro, innovar, avanzar
en todas las áreas, forjar nuevas formas, luchar incansablemente por
causas que aún no se han ganado. En el culto a San Miguel, el arcángel
no ofrece nada a los hombres que lo siguen, ni ventajas materiales ni
recompensas morales. El arcángel no es un consolador. Él no está allí
para evitar problemas y dificultades. No ama la comodidad de los
hombres, porque sabe que con aquellos que están inmersos en la opulencia
no podemos hacer nada grande o luminoso.
La religión más antigua de los pueblos
europeos es pues, esta religión de luz, de gloria, de dinámica y
esfuerzo sobre uno mismo.
(ex: https://asociacionminervaweb.wordpress.com )
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